Olvidad la búsqueda de la melodía, no existe, en su lugar hay una joya de atonalidad.
Son Meshuggah y son grandes, sus proezas van desde desde ser los Reyes del Underground hasta ser los padres del Djent.
Su nuevo trabajo, The violent Sleep of Reason, está a la altura de sus trabajos anteriores. Original y lleno de fuerza.
Tercer single de este creativo trabajo, es un riff con sus propias normas que redondea una aguda guitarra en el contrapunto. A este prosigue con fiereza una inhumana consecución de ritmos y parones que es la batería, con el Djent sello de la casa agregado.
No es un título, es una declaración de principios. Segundo single del octavo álbum de Meshuggah, un continuo breakdown atonal.
Es como un tema de rock de Detroit retorcido y enfurecido. En esta deconstrucción lleva implícito el sonido de los temas de biker rock al modo Meshuggah.
Tema terrible de guitarras continúas que hipnotizan a los oyentes. Mantra maligno que engancha y influye en estado de ánimo.
Tema cuyo nombre está inspirado en la pintura de Goya, El sueño de la razón engendra monstruos. Es aún si cabe una alegoría de la falta de razón en el mundo.
La torre de Marfil es intensa y asfixiante, tal como sus letras. Para mi gusto el corte más interesante de este álbum. El contraste de la instrumentación que a pesar de ser disonante está perfectamente ensamblado. Cosa que por otro lado no es extraño en los temas de Meshuggah.
Conocimiento de su propio estilo hace que Meshuggah cree distintas texturas musicales donde otros ven un sonido plano sin sentido. Es la comprensión de lo no tonal y separación de las estructuras que ellos consideran obsoletas. Que en este tema en particular dan al sonido un oscuro y denso.
Una suavidad que en un principio parece alejarse de la tormenta que es el sonido de Meshuggah pero en seguida se zambulle en otro tema terrible de estos magos del Djent.
A medida que se desarrolla hay cada vez más intensidad violenta, como si fuera una tormenta. A destacar el rapidísimo solo que incrementa aún más el aspecto más agresivo de la banda.
No hace falta aclarar que lo que se proclama en este título es más que cierto, cada vez que se ponga este álbum será el sentimiento que se palpará en su primera escucha, los otros vienen luego. Es la violencia como formato artístico lo que se entiende en cada uno de los cortes.
Cabe destacar en este tema, una especie Doom atonal que enfatiza aún más la “Rage” de este tema.
Un comienzo que resulta hasta desconcertante el de este Into Decay, que prosigue con un sonido que parece rebotar entre sus notas, siempre distinto, siempre original.
Original, inteligente, creativo, con clara intención de decosnstrucción de la musicalidad, pero sin ser pretencioso. un buen disco.
