Los japoneses Boris vuelven a la carga con un disco nuevo, en el cual, a mi modo de ver, han abandonado gran parte del sonido metálico para pasar a un estilo más experimental. No es peyorativo, es una elección, pero tratar este disco que solo roza el metal está casi de más. Casi el sludge que hacian en muchos temas, practicamente ha desaparecido, cambiado por un Shoegazin que no es Black sino más puro.
Este tema me recuerda más a una mezcolanza de estilos, donde predomina el Shoegazin y el sonido alternative con guitarras. De todas maneras este tema de Boris es demasiado pop como para pensar que es metal.
Este tema es más metalero, pero siempre con un sonido bastante “Noise” mezclado con una pizca de grunge, voces con carácter pop y base de guitarras metalera. Una mezcolanza de sonidos muy interesante.
Este corte que tiene titulo de tema visual kei, no se acerca a este sonido más que en nombre, es un tema Post-Metal, con guitarras lentas y afiladas de sonido envolvente, jugando con los efectos de guitarra.
Tema a medio camino entre Shoegazin y metal. Este grupo es muy atípico, crea unos sondios experimentales que rebasan lo establecido, creando un puente real entre lo alternativo y lo metalero (si algún grupo se podría llamar alternative metal, es Boris).
El quinto corte de Noise empieza con una media entre power pop y el shoegazin, entendido a la manera pop alternativa finales de los 80. En medio hay timidos atisbos de metal, creando de nuevo su particular manera de ver la música.
Angel empieza con un Post lento y muy ambiental de larga duración. Hasta que los Boris les sale el metalero que llevan dentro y cambian a guitarras de afinación baja muy distorsionadas y fuertes, con una voz menos suave (menos suave, no he dicho dura) y un solo de guitarra que encaja perfectamente con el tema, metalizandolo por completo. Y se acelera el tema hasta llegar a un medio tiempo, las guitarras se distorsionan. El bajo hace un trabajo estupendo, despuntando en determinados momentos. El tema progresa hacia unas guitarras desacopladas y un juego de platos del bateria. Llendo con la guitarra se mantiene baja el ritmo y se van a un sonido post-shoeagazin suave y envolvente hasta cortar con una guitarra suave minimal que repite una melodía sin distorsión. Noise es un disco de “Noise” (alternativo, no confundir con el noise metalero) con un porcentaje de metal metido dentro.
Metal total, para que nadie diga que han olvidado el metal, rápido y contundente, gritos y un riff acelarado, pero con una voz suave metida en medio (es su firma). Cuando de pronto para y mete un sonido sludge, guitarras distorsionadas en afinaciones bajas, pero muy minimalistas y repetitivas, experimentando con este sonido.
Con este nombre tan somnoliento termina el disco de los Boris, volvemos al post, sonido lento y sosegado pero nada tranquilizador, más bien con una lenga asfixia.
Nuevo disco de Boris, una cuidada mezcla experimental de sonidos que van desde el metal, el pop, el shoegazin y el post. Inclasificable en todos sus aspectos, un verdadero hibrido de sonidos.
